El canciller Alberto van Klaveren abordó este miércoles las críticas respecto a la liberación del terrorista del FPMR (Frente Patriótico Manuel Rodríguez) Pablo Muñoz Hoffman, en Bolivia, luego de ser detenido por ingresar irregularmente al país vecino.

«Nosotros hicimos todo lo posible. Nuestro cónsul general estuvo encima del caso desde el lunes en la mañana, pero obviamente estamos hablando de un tercer país que tiene su propia institucionalidad y la verdad es que no nos queda otra más que respetar esa institucionalidad«, comentó en entrevista con radio Cooperativa.

Luego, dijo que desconoce si hubo contacto entre el Presidente Gabriel Boric y su par de Bolivia, Luis Arce. No obstante, sostuvo que «la primera actitud que tuvo el gobierno boliviano fue muy favorable en el sentido de proceder a la expulsión de este personaje y lo que significaba en el fondo entregarlo a la autoridad chilena».

«Lo que pasa es que esa expulsión se abortó en un momento determinado, básicamente porque se consideró que no tenía una base jurídica suficiente, según nos informaron las autoridades bolivianas», expresó al citado medio.

Previamente, explicó que «las alertas rojas no siempre tienen un valor vinculante, obligatorio», ya que cada país reacciona de manera distinta. «El problema que se produjo es ese», dijo.

Por lo tanto, comentó que como Cancillería activaron «la petición de extradición», pero esto «le corresponde a otro poder del Estado», en este caso, al Judicial.

«Por esta misma razón, en el día de ayer, ante la situación que se había producido, decidimos oficiar a la Corte Suprema para solicitar la detención y la extradición de este personaje, considerando que estaba en Bolivia».

Fu durante la jornada del lunes que el exfrentista fue detenido en Bolivia, quien participó de la denominada «fuga del siglo» desde la cárcel de alta seguridad de Santiago, en 1996. Pero, La Paz informó a Chile que presentó un recurso que paralizó su deportación, quedando en libertad y sin medidas cautelares.

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