El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, tomó una decisión histórica este viernes al disolver el Parlamento (Bundestag) y confirmó la realización de nuevas elecciones para el 23 de febrero.
La decisión de Steinmeier era esperada y llegó tras el colapso de la coalición tripartita del canciller Olaf Scholz en noviembre, sometiéndose a una moción de confianza el 16 de diciembre pasado, precisamente, para convocar a elecciones, según consigna DW.
Por lo tanto, Scholz permanecerá en el cargo de manera interina hasta que se forme gobierno, situación que podría tardar meses.
«Sobre todo en tiempos difíciles como los actuales, la estabilidad exige un gobierno capaz de actuar y mayorías en el Bundestaf», señaló el presidente alemán en una conferencia de prensa, según consigna el citado medio, remarcando que el país necesita «estabilidad apolítica».
Más adelante, dijo que quería «La campaña se lleve a cabo con medios justos y transparentes», advirtiendo sobre los peligros de la «influencia extranjera», que «es particularmente intensa en X» (anteriormente llamada Twitter).
«El odio y la violencia no deben tener cabida en esta campaña electoral, ni la denigración ni la intimidación (…) todo esto es veneno para la democracia«, declaró Steinmeier.
Die Bürgerinnen und Bürger rief er auf, zur Wahl zu gehen: „Wählen Sie in dem Bewusstsein, dass Ihre Stimme die entscheidende sein könnte.“ 2/2
— Cerstin Gammelin (@BPrSprecherin) December 27, 2024