En su primer año de mandato, el presidente de Argentina, Javier Milei, presentó un contundente plan económico para el año 2025, destacando una serie de medidas clave que, según él, contribuirán a transformar la economía del país. En un discurso televisado, Milei detalló sus propuestas de reforma fiscal, la autonomía fiscal para las provincias, y el avance en el cierre del Banco Central, además de hacer énfasis en la disminución drástica de impuestos.

El mandatario anunció que su equipo está trabajando en una reforma impositiva estructural que reducirá en un 90% los impuestos nacionales. Además, reiteró su compromiso de devolver a las provincias la autonomía fiscal, lo que, según Milei, fomentará una «competencia fiscal» entre las regiones para atraer más inversiones y dinamizar la economía nacional.

“Estamos terminando una reforma impositiva que disminuirá drásticamente los impuestos nacionales, devolviendo a las provincias la autonomía que nunca debieron perder. Esto llevará a una verdadera competencia fiscal entre ellas para ver quién atrae más inversiones”, expresó Milei.

Con respecto a la situación económica actual, el presidente destacó que Argentina se encuentra en un proceso de recuperación cíclica que ya está dando frutos, como lo demuestran la recomposición de salarios y jubilaciones, y la recuperación de los stocks de las empresas. Para Milei, estos avances coyunturales son complementados por un factor estructural: el ahorro realizado, que ha sido «devuelto al sector privado» y permitirá una mayor inversión y consumo.

El presidente también hizo referencia a la bajada del riesgo país y la reducción de la tasa de interés, lo que abaratará el costo del capital e impulsará aún más la inversión. Como parte de su enfoque, destacó que la reducción de impuestos será un pilar fundamental para impulsar la actividad económica: “La reducción de la carga impositiva total, incluida la eliminación del impuesto inflacionario, será clave para el crecimiento”, añadió.

Milei también abordó el tema del cepo cambiario, comprometiéndose a su eliminación definitiva para 2025. “Vamos a acabar con el cepo cambiario, una aberración que nunca debió haber ocurrido”, aseguró. Para lograr esto, mencionó que su gobierno buscará un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y con inversores privados para darle una solución definitiva a la situación de las reservas del Banco Central.

En cuanto a su plan para el Banco Central, el presidente reiteró su compromiso de avanzar en el proceso de cierre de esta institución, lo cual, según él, es fundamental para “terminar con la inflación para siempre” en el país. A partir de 2025, Milei propuso que los argentinos puedan utilizar libremente la moneda que deseen para sus transacciones cotidianas, con excepción de los pagos de impuestos, que seguirán realizándose en pesos.

“A partir de 2025, todos los argentinos podrán utilizar la moneda que deseen para sus transacciones cotidianas, ya sea en dólares o cualquier otra moneda. Esto va a generar un nuevo marco de libertad económica para todos”, destacó Milei.

Este conjunto de medidas, que también incluye reformas en las áreas laboral, de pensiones, seguridad nacional y política, marca un rumbo claro hacia la profunda transformación económica que el presidente ultraliberal había prometido durante su campaña. Con su énfasis en la competencia fiscal y la autonomía de las provincias, Milei busca consolidar una economía más libre, menos centralizada y con menores cargas fiscales, al mismo tiempo que avanza en la drástica reestructuración del aparato estatal.

El discurso de Milei fue recibido con expectativas mixtas, especialmente por parte de los sectores más críticos, que temen que la implementación de estas reformas pueda generar desigualdades y dificultades económicas en el corto plazo. Sin embargo, el presidente se mostró firme en su visión de un futuro económico basado en la libertad de mercado, la autonomía fiscal de las provincias y un sistema impositivo radicalmente simplificado.